viernes, 16 de septiembre de 2011

CUANDO ATRAVESEIS LAS AGUAS DE LA AFLICCIÓN, por Yolanda Silva Solano...

Cuando atraveséis las aguas de la aflicción, yo estaré con vosotros, y cuando los ríos de la adversidad os inunden, no os abandonaré
Libro de Urantia. Pág.1662


Si nuestra fe fuese lo suficiente fuerte y grande para creer en las palabras de Jesús, seríamos mucho más armónicos y felices, porque seríamos capaces de ver en lo que nos aflige, no un problema, ni mucho menos un castigo, sino una oportunidad para reforzar el amor y la confianza en nuestro Papá del cielo, porque El nunca nos envía una prueba sin enviarnos también la fuerza. Además la gran mayoría de las veces nuestros problemas, nada tienen que ver con la voluntad de Dios, porque ellos no son más que el resultado de las Causas, que nosotros consciente o inconscientemente hemos creado, sin embargo "aunque la transgresión de la ley divina cosecha, tarde o temprano, el castigo, aunque los hombres indudablemente terminan por cosechar lo que sembraron, debes saber que el sufrimiento humano no es siempre castigo por un pecado anterior.1663
El significado del sufrimiento no es fácil de comprender, porque hemos sido educados en una sociedad hedonista y "es a causa de estas limitaciones de la visión humana, y debido a vuestro entendimiento restringido y a vuestra comprensión finita, que equivocáis los motivos de Dios y pervertís sus propósitos. Pero muchas cosas ocurren en los mundos evolutivos, que no corresponden a las acciones personales del Padre Universal. Todas las acciones de Dios responden a un propósito inteligente, son sabias, generosas y eternamente atentas al mejor bien, no siempre de un ser específico, una raza determinada, un planeta específico, o incluso de un universo determinado; pero sí para el bienestar y mejor bien de todos, desde los más bajos hasta los más altos. En las edades del tiempo a veces puede parecer, que el bienestar de la parte difiere del bienestar del todo; pero en el círculo de la eternidad tales diferencias aparentes no existen.47"
Es bueno tener presente que " el Padre no aflige a sus hijos deliberadamente. El hombre desencadena sobre sí mismo aflicción innecesaria, como resultado de su negación persistente a marchar en los buenos caminos de la voluntad divina. La aflicción está en potencia en el mal, pero buena parte de ella se produce por el pecado y la iniquidad. Muchos acontecimientos inusitados han acaecido en este mundo, y no es raro que todos los hombres pensadores se preocupen por el espectáculo que presencian de sufrimiento y aflicción. Pero puedes estar seguro de una cosa: el Padre no envía aflicción como castigo arbitrario de la fechoría. Las imperfecciones y desgracias del mal son inherentes; los castigos del pecado son inevitables; las consecuencias destructoras de la iniquidad son inexorables. El hombre no debe culpa a Dios por las aflicciones, que son el resultado natural de la vida que él elige vivir; tampoco debe el hombre quejarse de esas experiencias, que son parte de la vida tal como se la vive en este mundo. Es la voluntad del Padre, que el hombre mortal trabaje con perseverancia y firmemente hacia el mejoramiento de su condición en la tierra. La aplicación inteligente permitirá al hombre sobreponerse a buena parte de su miseria en la tierra.1662"
Cuando hay confianza en el amor que nuestro Padre nos tiene en forma personalizada, nos sentimos capaces de transmutar lo negativo en positivo, pues "a través de la fe religiosa, el alma del hombre se revela a sí misma y demuestra la divinidad potencial de su naturaleza emergente, por la forma característica en que induce a la personalidad mortal a reaccionar ante ciertas situaciones intelectuales y sociales difíciles y de prueba, generando un profundo valor y confianza a pesar de la adversidad natural y la calamidad física. Exhibe un aplomo inexplicable y una tranquilidad constante a pesar de la presencia de enfermedades desconcertantes y aun de sufrimiento físico agudo. Mantiene un aplomo misterioso y un equilibrio de la personalidad frente al maltrato y las injusticias más flagrantes. Mantiene una confianza divina en la victoria final a pesar de las crueldades de un hado aparentemente ciego y de la aparente indiferencia total al bienestar humano de las fuerzas naturales.1108"
La fe viva, es la que nos permite ir más allá de las apariencias negativas y acrecentar nuestro deseo de cumplir la voluntad de Dios, cualquiera que ella sea. Esto no hace desaparecer las pruebas, ni tampoco puede erradicar los dolores físicos, pero nos predispone a encararlos con otros sentimientos y cambiar la desesperación por la serenidad, creando así una fuerza creadora y positiva, que podemos encauzar hacia un fin determinado o para nuestra propia evolución. " Esta fe salvadora nace en el corazón humano cuando la conciencia moral del hombre comprende que los valores humanos, pueden ser transformados en experiencia mortal de lo material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad.1118"
yolanda silva solano

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