sábado, 13 de agosto de 2011

CONSTRUCCION DE LOS PLATILLOS VOLADORES... 18 de 21...

CONSTRUCCIÓN DE LOS PLATILLOS VOLADORES... 18 de 21 LA MOLÉCULA DEL METAL DE LAS NAVES CELESTES, POSEEN TRINIDAD MOLECULAR.-
La molécula cuando se materializa en un platillo volador, lo hace en expansión de acomodo geométrico; las multitudes de moléculas que poseen multitudes de geometrías, hacen alianzas instantáneas, que sólo los tripulantes solares ven; las moléculas hacen sus alianzas uniéndose una con otra, a través de cordones moleculares; esta unión cumple leyes de lo estático;
el material plateado de un platillo volador, se debe a la materialización de la inocencia de las moléculas, en material sólido; la inocencia molecular posee su número vibratorio de inocencia; es decir que la primera de sus sensaciones vibra con el impulso que recibió de la Madre Solar Omega; esta vibración en las moléculas de sus propias inocencias, tienen la vibración de tres trillones de trillones de trillones de movimientos geométricos heredados; la inocencia molecular posee una herencia que corresponde a una jerarquía de antigüedad, dentro del infinito mismo;
si sólo Dios no tiene ni principio ni fin, sus hijos que son sus creaciones, sí que tienen un principio en sus exsistencias; las moléculas nacieron de coloquios amorosos solares; nacieron en un instante solar; así también nació todo espíritu humano; el espíritu humano nació de los soles Alfa y Omega; esto fué anunciado por el Hijo de Dios, cuando dijo: SOY EL ALFA Y LA OMEGA; se refería al principio molecular del planeta Tierra; porque todo pequeño como lo es la molécula, es anunciado en los lejanos mundos, por los más grandes del reino;
un Sol Primogénito anuncia el origen de la molécula; porque él participó en su propia creación; la molécula principió siendo una sensación que se fué endureciendo por ley de enfriamiento; en los coloquios amorosos solares, la molécula se inicia como un deseo que nace de dos magnetismos solares; el principio molecular incluye la individualidad y la materialidad; dos principios que corresponden al sistema de los planetas materiales, que tienen criaturas pensantes;
la molécula de los platillos voladores, ya habían tenido otros principios en otros soles; y otras moléculas tuvieron su principio en los mismos Padres Solares, creadores del platillo volador; se viene a un platillo volador, por infinitas leyes de mandatos; porque las formas de crear en los Padres Solares, son variadas é infinitas; ni ellos saben el número ni las formas de crear moléculas, de todos los soles que no conocen; porque jamás se sabe quienes son los del universo; sólo el Divino Padre Jehová lo sabe;
las moléculas teniendo un principio que no tiene límite, se sienten solidarias las unas con las otras; y se respetan en sus antiguedades y jerarquías; la sabiduría del universo está constituida por infinitas jerarquías, principiando por las moléculas; lo pequeño y lo colosal poseen jerarquías de poder, según la evolución alcanzada en sus propias reencarnaciones; las moléculas en un platillo volador se cohesionan en familias moleculares; son como gentíos que quedan extáticos en el presente que ellos mismos pidieron en sus reencarnaciones;
y los Padres Solares fijan el principio de los propios hechos, que vivirán las moléculas en el material de la nave; esto es mandar en los destinos, es una ley en que se comparte lo pedido como destino, por la criatura molécula; en que un tercio de todo hecho ocurrido como destino, lo controlan los tripulantes solares; y los dos tercios restantes, lo manda el libre albedrío de las moléculas; igual ley cumple la criatura humana; los dos tercios de cada uno de sus actos, lo controla el reino de los cielos; y el libre albedrío humano controla un tercio; siendo la ley una misma, las proporciones no son iguales;
esto se debe a que las moléculas de los platillos voladores, son más infinitamente evolucionadas, que la criatura humana; la humanidad llamada polvo, es como una molécula primitiva que hace esfuerzos por salir de la influencia de lo primitivo; entre una molécula de un platillo volador y una criatura humana, exsiste un abismo de diferencia; la molécula posee una superioridad intelectual de tres trillones por sobre lo mental humano; la molécula del material de los platillos voladores, no perece; no se pudre como sucede con la criatura humana; ellas son eternas, son preexsistentes a todo cuanto exsiste;

Divino Padre Jehová, ¿A qué se debe esta inmensa superioridad de la molécula, sobre la criatura humana?
Se debe Hijo a que la molécula a vivido infinitamente más que cualquier espíritu humano; las moléculas han tenido tantas reencarnaciones en infinitas formas de vida, como es el número de moléculas, que contienen los océanos del planeta Tierra, es un número que no podrá jamás calcularlo la ciencia humana; es por esto es que fué escrito: TODO HUMILDE ES GRANDE EN ELREINO DE LOS CIELOS; grande en su divina jerarquía de verbo; esta divina parábola se refería a lo más microscópico que la mente humana, podría imaginar en la prueba de la vida;
las moléculas adquieren la potestad de juzgar colosales planetas y soles; en la Tierra demostrarán esta potestad, cumpliendo los divinos mandatos del Hijo Primogénito Solar Cristo; todas las moléculas de la naturaleza, están unidas al cuerpo del Hijo de Dios, a través de invisibles cordones solares; y de la mente del Hijo de Dios, salen las divinas órdenes mentales, para mover los elementos; son multitudes de moléculas las que ejecutan tal ó cual movimiento sísmico, ó salida de océano; las moléculas ya lo saben; pues en ellas también exsiste la luz y la profecía;
no están abandonadas como se podría suponer; porque así como la criatura humana tiene sus sagradas escrituras, las moléculas también las poseen; porque nadie es desheredado en la creación de Dios; las moléculas poseen sus evangelios moleculares; ellas siempre han sabido lo del divino juicio final; porque si a la criatura humana le fué anunciado el divino juicio final, en su propia dimensión, a la molécula que está en lo más íntimo y en lo más microscópico de la dimensión humana misma, también le fué anunciado; esto significa que lo de arriba es igual a lo de abajo;
porque la dimensión del presente humano, es como un cielo infinito para las moléculas; tal como el cielo que los ojos humanos ven, y que representa su propio infinito; la sucesión de los cielos es infinita; tanto para lo microscópico como para lo macroscópico; tanto para arriba como para abajo; las moléculas de que está compuesto un platillo volador, forman una indestructible red de microscópicos querubines moleculares; lo sólido del metal plateado se debe a la alianza con los querubines de lo sólido; esta solidez sólo podría ser deshecha por la jerarquía que le precede en superioridad solar;
esto ocurre en el espacio, cuando un verbo solar tiene que juzgar a otro verbo solar; porque el divino juicio ó justicia de Dios, se hereda en sus hijos mayores; es un divino derecho en el reino de los cielos; y todos partiendo desde el principio de microbio, pueden llegar a ser un Hijo Mayor de Dios ó Hijo Primogénito; la primogenitura solar no tiene límites; pues lo de Dios no tiene ni principio ni tiene fin; es así que los Cristos no tienen límites; y los planetas de vidas de prueba, como lo es la Tierra, conocen uno de ellos; tal como la criatura humana, que está constituida por millones y millones de individualidades; asi también lo están las individualidades solares;
nadie es único en su propia individualidad; los que en sus respectivos planetas de pruebas, se consideraron únicos, ninguno vuelve a entrar al reino de los cielos; porque con su extraña manera de pensar, cae en egoísmo; cae en un extraño concepto que no corresponde a la realidad; por causa de los que con el correr del tiempo, se proclamarían únicos, en la prueba de la vida, es que fué escrito que Dios es único é infinito; las moléculas en el metal de los platillos voladores, se especializan en todo lo que posee la nave;
los instrumentos de navegación, los conocimientos de los ingenieros celestes, el todo sobre el todo de la nave, lo constituye la alianza molecular entre las multitudes de moléculas; así también ocurre en la constitución de los elementos de los planetas; multitudes de moléculas piden ser tal ó cual especialidad, en tal ó cual microscópica galaxia de los universos de elementos; lo de arriba es igual a lo de abajo en las infinitas determinaciones, en lo que se desee llegar a ser; esto es querubín; un querubín quiere llegar a ser algo; posee en sí mismo, un divino mandato que está escrito en el reino de los cielos;
lo que cada cual es en el instante que vive, lo vive por divino mandato; esto es para todos los que exsisten en el infinito universo; lo cumple tanto lo microscópico como el que es gigantesco; lo cumple la molécula y la criatura de carne; sea de los planetas polvos ó sea del macrocosmo; la molécula posee una trinidad que no es la misma; porque la Santísima Trinidad, que es el mismo conocimiento mental alcanzado por cada uno, no es igualitario en las jerarquías alcanzadas; esto se debe a que unas moléculas nacieron primero con respecto a otras; y en sus propios avances de perfeccionamiento molecular, unos fueron primeros y otros últimos;
y también se debe a que no todas las moléculas piden un mismo libre albedrío, en sus características; y sucede que habiendo partido juntas, multitudes de moléculas, no se volverán a encontrar jamás; y a la vez, se vuelven a encontrar; es decir que infinitas moléculas se volverán a encontrar después de sus reencarnaciones; é infinitas otras, no se encontrarán jamás; esta ley que es producto del libre albedrío y de sus propias determinaciones, también se cumple en toda criatura humana; sólo los bienaventurados encuentran a los que quisieron y conocieron, en sus infinitas reencarnaciones;
no exsiste otra oportunidad para lograrlo, en el género humano; porque la humanidad pidió en libre albedrío viviente, tener un divino juicio final, por sobre todas las cosas imaginables; la misma humanidad terrestre, se puso su propio imposible de volver a entrar al reino de los cielos; la humanidad se impuso una extraordinaria rigurosidad, para consigo misma; los divinos juicios se piden a Dios; no se imponen como la mayoría podría suponer; el divino poder de Dios es tan infinito, que él nada impone; sencillamente se le pide; é igualmente se cumple la ley;
las moléculas de un platillo volador, son las que todo la ejecutan en la nave; porque en todo lo materializado están; el entendimiento mental entre ellas y los Padres Solares, no deja a ninguna molécula fuera del mandato solar; cuando un tripulante solar de un platillo volador, emana una orden a las moléculas de la nave, lo hace a través de las fibras mentales; cuando esto sucede, el rostro del tripulante solar se ilumina en variación de brillo solar; porque toda sensación mental en ellos, se vuelve luz de colores; la gama de tales colores no tiene límites;
al Hijo Primogénito del planeta Tierra, le corresponde color amarillo y naranja; aunque su gloria y majestad, puede crear en forma instantánea, todos los colores que la mente humana pueda imaginar; un Primogénito Solar, siempre constituye una maravilla para los niños, de todos los mundos; porque la inocencia que siempre sueña con lo imposible dentro de su mundo, encuentra en un Primogénito Solar, la materialización de todos sus sueños de niño; y es así que el Hijo Primogénito Solar Cristo, revolucionará al planeta Tierra con los niños a la cabeza; para ellos será su indiscutible ídolo… y para los llamados adultos, del mundo de la prueba, también;
este inaudito fenómeno no tendrá igual en la Tierra; tan revolucionario será este prodigio, que el propio extraño sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, desaparecerá; los niños-genios del nuevo mundo tendrán otra psicología en su diario vivir; lo que no pudieron hacer los llamados adultos, del extraño mundo del oro, lo hará la inocencia; lo harán los bienaventurados del planeta; las moléculas-niños también participan de esta gloria; la de traer un nuevo mundo sobre el que se vá; todo pequeño y microscópico y humilde, siempre triunfa en los últimos tiempos, de las pruebas de vidas, en los propios planetas de prueba;
la molécula de los platillos voladores harán divinas alianzas con los niños del planeta; de estas alianzas nace la resurrección de sus carnes; de mortales que son, pasan a la elevadísima jerarquía de carne inmortal; carne que no se pudre; como la que conoció y vivió, el espíritu humano que pidió la prueba de la vida; la molécula de carne que se pudre, pidió a Dios, conocer y vivir la pudrición porque no la conocía; igual pedido hizo el espíritu humano y los espíritus animales é insectos; como igualmente las plantas;
la molécula en cuyo pedido de vida incluyó la pudrición, es una molécula subordinada a las moléculas de los platillos voladores; y ambas subordinadas al poder magnético-solar del Hijo de Dios; en el divino juicio final, el mundo de la prueba verá la magnetización de las moléculas que se podrían en la prueba de la vida; la resurrección de toda carne es la restitución del magnetismo, que todo espíritu poseía de antes de pedir la vida humana; todos eran eternos en la individualidad espiritual;
el mundo de la prueba pidió momentáneamente conocer un magnetismo con límites en sí mismo; porque no lo conocía; pidió también la alianza con moléculas que a su vez ellas también pidieron conocer lo limitado; la molécula pide a Dios, sensaciones extáticas que no conoce; tal como el espíritu pide las que siente en la vida; las moléculas de un platillo volador, forman un todo que es como una infinita galaxia con cambios de leyes físicas infinitas; un platillo volador es, a la vez un cúmulo de cielos, que se transforman a medida que la nave visita otros cielos;
este poder de transformación se llama en el reino de los cielos, traspaso de cielos; y las moléculas en forma instantánea se transforman, en paralelismo con los sentimientos de cada pensar, de los tripulantes solares; en un platillo volador su poder de tal reside en el dominio de los Padres Solares, sobre los elementos del universo; la transformación de una nave hace que ellas exsistan como un invisible sólido; cuando así lo desean sus tripulantes; todo deseo mental salido de uno de sus tripulantes, se transforma en nueva dimensión, con descubrimientos nuevos y revelaciones nuevas;
cada sensación mental-solar de sus tripulantes, son a la vez, infinitas reencarnaciones que en su conjunto constituyen cielos, espacios, mundos, soles, galaxias; hay que distinguir en esto, dos creaciones diferentes; la una corresponde a los espacios que ya exsisten y por las cuales se desplaza la nave; la otra creación es la que producen los tripulantes solares; esta ley se debe a que su propio magnetismo solar, es tan expansivo como lo es el universo mismo; ellos efectúan creaciones en donde ya hubo creación; y los seres que habitan tales lugares, ven tales transformaciones según sea su propia evolución;
según sea la evolución de las criaturas de los planetas, así es lo que ellas verán de los platillos voladores; exsisten criaturas planetarias, que siguen el curso del viaje de los platillos voladores, hasta distancias siderales; y lo hacen con sus propios ojos; y ven todo lo que en su interior exsiste; la criatura humana no puede hacerlo; porque su evolución es microscópica y no penetra lo que sucede en otras galaxias; la máxima distancia que puede salir de la criatura humana, lo enseña el sueño; en el soñar está un desplazamiento del propio espíritu;
que no lo abarca todo; nadie jamás lo abarca todo en el universo; sólo el Padre lo abarca todo; las moléculas de los platillos voladores en el momento de sus transformaciones instantáneas, sienten que viajan en mundos de sensaciones, que no conocían; y ocurre que en lo nuevo que sienten, aprenden lo pedido en el reino de los cielos; en donde se pidieron sensaciones que no se conocían; igual ley pidió el espíritu humano; lo de arriba es igual a lo de abajo; lo que sucede en las moléculas de los platillos voladores, sucede también en los espíritus humanos;
una ley de Dios, puede manifestarse en infinitas formas; y no deja de ser la misma ley; es así que la primera idea divino-mental salida de Dios que dice: HÁGASE LA LUZ Y LA LUZ FUE HECHA, se sigue expandiendo de mundo en mundo; y son mundos de infinitas y diferentes jerarquías; planetas, de variedad infinita en sus elementos y criaturas; porque en nada imaginable tiene límites el Creador; los divinos mandatos de Dios; no tienen ni principio ni fin; son de sucesión eterna;
en las moléculas de los platillos voladores, está el número de cielos por las que ellas han viajado por el cosmos mismo; toda molécula posee también su áurea de molécula; tal como la posee el espíritu humano; nadie es desheredado en sus derechos; el áurea de las moléculas poseen infinitos colores, que corresponden a sus propias reencarnaciones; el áurea humana tiene apenas 318 colores; esto significa que las moléculas son jerarquías que crean colosales mundos, en sus verbos moleculares;
la criatura humana no puede aún crear planetas, con su mente y en forma instantánea; lo instantáneo-mental, adquiere en los Padres Solares y en las moléculas, proporciones inauditas; lo que hace la criatura humana, es una ciencia de planeta polvo; sus creaciones representan un todo diminuto; la presencia de enormes platillos voladores del macrocosmo el año 2001, causará pánico en los hombres de ciencia de este planeta de prueba; la presencia de estas naves, provocará un inmenso impacto emocional en las masas del planeta; y los que los negaron en la prueba de la vida, serán agrupados, no faltando ninguno;
el mundo los conocerá porque ellos mismos pidieron ser juzgados en público, si en la prueba de la vida, negasen lo enviado por el reino de los cielos, al planeta Tierra; y lo que ellos mismos negaron a Dios, sobre ellos recaerá; todo el que negó a lo de Dios, aunque haya sido una molécula, será exhibido a las masas del mundo; la molécula en los platillos voladores nace en una psicología comunitaria, que hace que sus perfecciones no se dividan; lo que divide atrasa la evolución; y se produce una pérdida de tiempo, del que se rinde cuenta, en el divino juicio final;
este extraño atraso que salió de una extraña psicología que dividía, se paga en el juicio de Dios, segundo por segundo; en todos los planetas de pruebas, como lo es la Tierra, se les advierte de que sólo satanás divide, para darle la contra a la divina igualdad enseñada por el Divino Padre Jehová; y la Tierra siendo advertida por muchos siglos, cayó en división extraña; porque los que crearon el extraño sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, dividieron al planeta en naciones; cayeron los tales en sus pruebas de vida;
la máxima hazaña en la prueba de la vida, consistía en no dividirse así mismo, y en no dividir a nadie; los mismos que dividieron a otros, para poder reinar, los mismos desaparecerán de la escena humana, dividiéndose entre ellos; con la misma vara conque a otros midieron, serán también ellos medidos; las moléculas que también conocieron la división de parte de los hombres, también se quejarán al Hijo Primogénito en el divino juicio final; en los juicios de Dios, todos participan; lo de lo visible y lo de lo invisible; el juicio de las moléculas de la naturaleza de la Tierra, será un juicio inmortal; de este juicio de las moléculas, nacerá lo que será el nuevo mundo ó nuevo reino;

Divino Padre Jehová, ¿Qué significa nuevo reino?
Nuevo reino significa nuevo cielo; es la continuación de los reinos de los cielos, ya exsistentes; y te diré Hijo, que la prueba de la vida que pidió la humanidad, bien pudo haber sido un cielo; si los que crearon el sistema de vida de la Tierra, hubiesen tomado en cuenta lo de Dios; ellos son los culpables del drama humano; el drama humano es el haber conocido la extraña desigualdad, que nadie pidió a Dios; los hombres bien podrían haber hecho de la Tierra, un paraíso, si hubiesen tenido más amor;
la extraña psicología de la posesión que todos heredaron de los creadores, del extraño sistema de vida salido de las extrañas leyes del oro echó por tierra, tan sublime realidad; la extraña posesión desvirtuó la psicología del verdadero amor; el mundo de la prueba, conoció la extraña psicología de un amor interesado; ninguno de los que se unieron en amor interesado, ninguno volverá a entrar al reino de los cielos; la prueba de la vida consistía en oponer resistencia mental, a todo lo que fuera interesado; el Hijo Primogénito leerá toda mente;
y ninguno de los que se unieron en matrimonio, pensando con interés, ninguno será resucitado a niño de doce años; porque es más fácil que reciba premio de parte de Dios, uno que luchó contra el interés; a que sea premiado uno que se dejó influenciar por tan extraña sensación; las moléculas del todo sobre el todo de todo espíritu interesado, se quejarán en contra del espíritu, que no opuso resistencia mental, contra el interés, en la prueba de la vida; porque las moléculas de carne de todo cuerpo, cuyo espíritu fué interesado, también recibieron la extraña magnetización del extraño interés; ninguna molécula pidió en sus leyes de molécula, ninguna pidió conocer la extraña influencia del interés;

Divino Padre Jehová, ¿Significa esto que cada sensación que conoce y siente el espíritu, es una forma de magnetismo?
Así es Hijo; todo lo que genera la mente en todo instante, y a diario, se vuelve magnetismo; una parte del magnetismo se vá con la idea mental, que viaja al espacio, y que es recibida por los platillos voladores; y una parte del magnetismo queda en el propio cuerpo humano; queda en el áurea de colores;

Divino Padre Jehová, ¿Por qué el áurea es de colores?
Es de colores Hijo, porque toda sensación absorbe colores, a través de la visión; lo exterior influye en lo interior y lo interior en lo exterior; todo lo que entra por los ojos, queda impregnado en las ideas y las moléculas; en este magnetismo quedan grabados para siempre, todos los actos y hechos, en que participó la criatura; los colores magnéticos de cada uno, con sus respectivas escenas, se verán proyectados y ampliados, en la televisión solar; la gigantesca televisión que amplía todo lo oculto tanto del espíritu como de la materia; para que se cumpla el divino juicio final, en forma pública y universal; así lo pidió a Dios, el libre albedrío humano; y lo que se pide a Dios, se cumple hasta en su última molécula;

Divino Padre Jehová ¿La televisión solar que el mundo de la prueba presenciará, cuándo ocurrirá?
Ocurrirá Hijo el año 2001; el hecho que todos vean lo oculto del mundo de la prueba, provocará espanto en el llorar y crujir de dientes; grandes verdades que conoció el mundo por muchos siglos, quedarán reducidas a grandes mentiras; y las grandes mentiras, quedarán reducidas a grandes verdades; lo que se consideraba moral, quedará reducido a lo inmoral; y lo que se creía inmoral, será reconocido como moral; esto se deberá a que los hechos de la historia, tal como la presentaron los hombres, fueron falseados por conveniencias é intereses extraños, en la época respectiva;
y en la misma televisión solar, el mundo entero verá a los culpables de tan extraños engaños; y las masas enfurecidas, pedirán al Hijo Primogénito, que los que los engañaron durante la vida, sean echados al fuego solar; a los engañadores que surgieron en la prueba de la vida, no se les perdonará ni una molécula de engaño; muchos se suicidarán en el llorar y crujir de dientes; la más grande vergüenza de sus vidas, se apoderará de ellos; ellos mismos pidieron a Dios, ser escarnecidos ante el mundo, si es que llegasen a caer en el engaño, y cayeron; todo libre albedrío espiritual pidió el ser avergonzado en el divino juicio final, si caían en sus propios pedidos a Dios;
los que nada malo hicieron en la prueba de la vida, nada deben de temer; las moléculas en los divinos juicios de Dios, defienden a los que fueron humildes; ellas no defienden a los orgullosos; porque el extraño orgullo nada recibe en puntaje de luz; porque nadie pidió el orgullo a Dios; nada malo ni nada injusto se pide a Dios; es más fácil que las moléculas defiendan, a espíritus que se dejaron influenciar por sensaciones propias de la luz; a que puedan defender, a los que se dejaron influenciar por las extrañas sensaciones de las tinieblas; todo lo tenebroso en cualesquiera de sus grados, divide a lo luminoso;
porque en la prueba de la vida, no se podía servir a dos señores; no se podía servir a dos sensaciones diferentes, de contenido moral opuesto; la sensación del mal, es el señor del mal; la sensación del bien, es el señor del bien; y todos pidieron a Dios, servir al señor del bien; en la prueba de la vida, había que cuidarse de las propias sensaciones; no había de contradecirse ni un instante, entre el bien y el mal; la generación de ideas, debió de haber sido una por una, del magnetismo de la luz; para que tal cosa fuera un hecho, la humanidad debió de haber conocido una sola psicología pensante;
el extraño descuido a lo interior del individuo, hizo poco menos que imposible tal maravilla; los creadores y sostenedores del extraño sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, no tuvieron la habilidad mental, de unificar al mundo de la prueba, en un sólo pensar; porque ellos mismos cayeron en desequilibrio numeral de inocencia; el principio de desequilibrio en ellos, empezó ignorando a Dios; a partir de tal instante, fueron sucediéndose infinitos desequilibrios más; la expansión de las psicologías toma un rumbo en que va conservando en todo instante, el punto geométríco-influyente, de la primera determinación;
el mundo de la prueba fué influenciado por seres, que fueron ellos, los primeros desequilibrados; y que transmitieron a todos, tan extraña herencia; que ha sido el germen de todo los dolores y las injusticias humanas; el mundo de la prueba los conocerá de a uno por uno, en la televisión solar; y las muchedumbres que recibieron la extraña herencia, que hicieron de sus vidas verdaderos calvarios de injusticias, gritarán que sean echados al fuego solar; las moléculas de los platillos voladores saben todos los pormenores, del divino juicio final, que se cierne sobre la Tierra;
porque siendo las moléculas de los platillos voladores, de jerarquía de platillo volador, ellas son proféticas; y lo son en el grado correspondiente a sus jerarquías solares; más saben del futuro, las microscópicas moléculas, que todos los proféticos del mundo; porque todo humilde y microscópico, es grande en poder, en los divinos juicios de Dios; cada molécula de un platillo volador, sabe infinitamente más, que el más grande sabio que haya conocido el mundo de la prueba; la ciencia en ellas, es la suma de todas las ciencias, que conocieron en sus pasadas reencarnaciones; toda experiencia ocurrida en las vidas anteriores, se vuelve poder en un instante dado;
las experiencias son magnetismos de infinitas jerarquías; según sea la cualidad y la calidad de los actos realizados en el pensar mismo; el conocimiento de una molécula salió de ella misma; porque poseyendo libre albedrío molecular, escogió ella misma sus reencarnaciones; por lo tanto todo poder alcanzado en sí mismo, salió de sí mismo; nada se regala en el reino de los cielos; ni una molécula se regala; los platillos voladores se constituyen con sus moléculas, en formidables poderes del espacio; y exsisten en remotísimas galaxias, los encuentros entre platillos voladores de la luz, y platillos voladores de las tinieblas;
son combates que ninguna criatura humana ha visto jamás; porque jamás se conoce todo; en las televisiones solares se verán tales maravillas; las guerras entre los mundos, es tan real, como lo fueron las guerras del mundo de la vida de prueba; tales guerras planetarias, constituyen jerarquías mayores que violan la ley de amor de Dios; ninguno de ellos vuelve a entrar al reino de los cielos; estas violaciones a la ley de Dios, son de jerarquías mayores, a la jerarquía humana; lo humano es un polvito entre los colosos del infinito; las moléculas de esos mundos del macrocosmo, son infinitamente más grandes que el tamaño de la Tierra;
lo de Dios no tiene límites ni jamás lo tendrá; el macrocosmo constituyen los reinos mayores de la creación de Dios; exsistiendo también los reinos del microcosmo; la Tierra será uno de ellos; el divino juicio final, que marca la caída de un extraño y desconocido sistema de vida, no escrito en el reino de los cielos, dá lugar a la vez, el principio de un paraíso en la Tierra misma; donde antes hubo un extraño sistema de vida, surgirá un microscópico reino de los cielos; la transformación se logra en la propia evolución de los seres; las extrañas costumbres salidas del extraño sistema de vida, de las extrañas leyes del oro, serán reemplazadas por la nueva divina moral, salida del Hijo de Dios;
lo salido del Hijo Primogénito, a nadie divide; y de él sale la más grande de las revoluciones, de que se tenga memoria en toda la historia del planeta; el nuevo reino que se aproxima a la tierra de pruebas, incluye los cielos abiertos; tal como era en el pasado, antes que Adán y Eva, desobedecieran el divino mandato de Dios; y siempre ocurre igual en todos los planetas; y podría ocurrir de nuevo en el futuro paraíso de la Tierra; al primer instante en que se viola la ley de Dios, en un paraíso, se vuelven a cerrar sus cielos; de los niños-genios del futuro, depende que tal hecho no suceda;
los paraísos deben de cuidarse, respetando sus criaturas, las leyes de paraísos; las moléculas de un paraíso también participan de la gloria del mismo; porque toda molécula de las naturalezas de los paraísos, son telepáticas; cada una de ellas conversa con los seres del paraíso; son las leyes vivientes de los paraísos vivientes; en el futuro reino de los cielos que se acerca a la Tierra, los platillos voladores entrarán y saldrán en todo instante de la Tierra; y en ellas viajarán los niños-genios del nuevo mundo;
aquellos niños son los bienaventurados, de que habla el divino evangelio del Padre; ninguna boca que pronunció el ser bienaventurado, en la prueba de la vida, su espíritu no entra al reino de los cielos; es más fácil que entre al reino de los cielos, uno que en su propia humildad, jamás se proclamó bienaventurado; a que pueda entrar, uno que lo dijo; el no decirlo, se toma como un acto de humildad, en la divina justicia de Dios; todo humilde es siempre el último, tratándose de su propio yo; las moléculas en toda creación ya sea en planetas ó platillos voladores, mantienen una jerarquía cuya equivalencia se mide por lo que han sido y por lo que han vivido;
es la jerarquía molecular; y entre ellas hacen divinas alianzas de moléculas; es como quien intercambia conocimientos con otro; las especialidades moleculares hacen acuerdos en que unos proporcionan a otros, sus conocimientos; y viceversa; estas alianzas dá lugar a las reencarnaciones de moléculas mixtas; cuyas características son infinitas; los espíritus humanos, también pidieron a Dios, el compartir el conocimiento en la prueba de la vida; el uno prometió enseñarle al otro; es la alianza del conocimiento humano; y es más fácil que vuelva a entrar al reino de los cielos, uno que compartió sus propios conocimientos con otro, en la prueba de la vida; a que pueda entrar, uno que lo olvidó habiéndolo pedido en el reino de los cielos;
este extraño egoísmo se paga segundo por segundo, del tiempo que duró el egoísmo; esta ley del conocimiento, es ley universal; es decir que todos la piden a Dios sin excepción alguna; porque todos sabían de antes de venir a la prueba de la vida, que sin nuevo conocimiento, nadie volvería a entrar al reino de los cielos; la ilustración es única para volver a entrar de nuevo al reino; la ilustración habla delante de Dios, en sus leyes de ilustración; y la ilustración defiende a quien recurrió a ella, en la prueba de la vida; igual ley de defender al espíritu delante de Dios, la cumplen las virtudes de todo pensar humano;
en los divinos juicios delante de Dios, nadie está sólo; porque junto con él, están todos los sentimientos y moléculas, que le acompañaron en la prueba de la vida; suman trillones; y según fué la vida del espíritu, así será también la actitud de sus defensores; porque según sean las sensaciones que el espíritu cultivo en la prueba de la vida, sus acompañantes pueden convertirse en defensores ó acusadores; en el último caso, el fruto del bien del espíritu, se divide; y todo dividido, no puede permanecer en el reino de los cielos; porque es sacado en forma instantánea de él;
para que el mundo de la prueba no se dividiera, es que el mundo fué advertido en la parábola que dice: SOLO SATANÁS DIVIDE Y SE DIVIDE ASÍ MISMO; las divinas advertencias de Dios, son para todas las psicologías humanas; son para todo lo imaginable; para lo conocido y lo desconocido; porque habiéndolo creado todo, lo juzga también todo; las moléculas todas sin excepción alguna, participan en los juicios, de las criaturas de las que formaron parte; lo infinito de Dios, no sólo estaba en lo exterior al cuerpo; sino, que estaba también en lo interior de sí mismo;
lo más microscópico de sí mismo, también fué creado por el mismo Dios; porque nadie es menos en su amor de Padre Creador; las moléculas de sí mismo, poseen un libre albedrío de molécula; y el libre albedrío de una molécula, es diferente al de otra molécula; tal como los libres albedrios de los espíritus, son diferentes los unos para con los otros; y sucede que cuando un espíritu se dividió por tal ó cual cosa, las moléculas también se dividen en tal ó cual opinión, con respecto a la división del espíritu; y según las determinaciones de sus libres albedrios de moléculas, es que trillones de ellas perdonan al espíritu culpable, y trillones no perdonan;
y por cada molécula que no perdonó al espíritu, le corresponde al espíritu, el volver a vivir una exsistencia fuera del reino de los cielos; y es más fácil que vuelvan a entrar al reino de los cielos, los que en los lejanos planetas de pruebas, nada supieron de la extraña psicología de la división; a que puedan entrar los que la conocieron; si las moléculas del todo sobre el todo de sí mismo perdonan al espíritu culpable, el Divino Padre también perdona; porque se mandó perdonar para ser perdonado; porque es más fácil que sea perdonado, uno que perdonó a otro; a que sea perdonado uno que a nadie perdonó;
las moléculas en la prueba de la vida, recibieron en todo instante, las influencias que el propio espíritu escogió, a través de su propia manera de pensar; cada idea que se generó en la prueba de la vida, dió lugar a una microscópica magnetización sobre cada molécula de sí mismo; la saturación de cada idea pensada, fué para la molécula una sensación vivida; que quedó grabada en su propia áurea de molécula; el drama de las moléculas principia, cuando el espíritu viola la ley de Dios; porque también reciben parte de tal influencia; y verdaderos dramas sentimentales ocurren entre las multitudes de moléculas;
estos dramas hacia lo pequeño y microscópico, que cada cual tuvo dentro de sí mismo, los verá el propio mundo de la prueba, en la televisión solar; y todo el planeta estallará también en un llorar y crujir de dientes; porque son contados con los dedos, los que no tendrán acusaciones de sus moléculas, en el divino juicio de Dios; esto significó la divina parábola que dice: MUCHOS SERÁN LOS LLAMADOS Y POCOS LOS ESCOGIDOS; porque cuando en el reino de los cielos se inician las reencarnaciones, son multitudes sin fin las que acuden; son multitudes que oscurecen los gigantescos soles del macrocosmo; y entre ellas, se ven a las moléculas, que acuden a hacer, divinas alianzas de vida, con tal ó cual espíritu que lo desee;
y después de ocurrida la prueba de la vida, casi ninguno vuelve a entrar al reino de los cielos; las moléculas que fueron influenciadas por el mal salido del espíritu, tienen que volver a limpiarse ó sacarse de sí mismas, todo el extraño magnetismo conque el espíritu malo las saturó; esto lo logran las moléculas, reencarnando de nuevo con leyes nuevas; igual ley cumple el espíritu que cayó ó sucumbió en sus propias pruebas pedidas a Dios; la sucesión de exsistencias, es el único camino que tienen los que violaron la ley de Dios, en tal ó cual exsistencia; la prueba de la vida consistía en no olvidar, que se podría volver a nacer de nuevo, para conocer vida nueva;
los que lo olvidaron y los que lo negaron, les costará un infinito, a que vuelvan a nacer de nuevo; porque negando a la reencarnación de sí mismos, negaron a todo el universo viviente de Dios; porque toda vida que se pide a Dios, es dada por los mismos elementos del universo; y los elementos hablan y se expresan delante de Dios, en sus leyes de elementos; y a los que negaron su propia oportunidad de perfeccionarse en otras exsistencias, también los elementos los negarán en la divina presencia de Dios;
porque siendo los elementos todos telepáticos, ellos leen toda mente de cualquier criatura del cosmos; y al leerles las mentes a los que negaron la reencarnación, ellos también les negarán su concurso de elemento, cuando los tales vuelvan a interesarse en conocer, una nueva forma de vida; el que en los lejanos planetas de prueba, niega algo del reino de los cielos, también a él se le niega en el reino; porque ni las moléculas le prestan de nuevo su concurso, para que vuelva a conocer otra clase de vida;
las moléculas en el reino de los cielos, ordenan amorosamente en las infinitas reencarnaciones de los espíritus, y en otras infinitas clases de criaturas; porque sus jerarquías vivientes son unas de las más elevadísimas del reino de los cielos; en el reino de los cielos, lo pequeño es grande en poder creador; tan grande es el poder de las pequeñas moléculas, que sin ellas, nadie conoce la vida humana; nadie podría visitar mundo alguno; hasta los elementos de los planetas, dependen de la microscópica molécula;
no hay creación del universo que no tenga que recurrir a las moléculas, para llegar a ser en lo que desean ser; en los platillos voladores las moléculas son tan respetadas por los Padres Solares, que nada se hace sin antes consultarlo con las moléculas; sus sabidurías son grandiosas que a todos maravilla; la molécula con su infinito poder creador, transforma a planetas enteros; y en donde hubo pudrición molecular, allí nace de nuevo paraíso molecular; tal como a ocurrido otras tantas veces en el pasado infinito de la Tierra.-
Escribe: EL ALFA Y LA OMEGA


--
EL SERVICIO ES UN IMPULSO INTRINSECO DEL ALMA, EXACTAMENTE COMO EL DESEO ES EL MOTOR DEL EGO " Arcangel Miguel...

No hay comentarios:

Publicar un comentario