viernes, 29 de julio de 2011

CONSTRUCCION DE LOS PLATILLOS VOLADORES... 10 de 21...

CONSTRUCCIÓN DE LOS PLATILLOS VOLADORES... 10ª parte...

EL NÚMERO VIVIENTE PARTICIPA EN LA CONSTRUCCIÓN DE UN PLATILLO VOLADOR.-
En la construcción de un platillo volador, los números vivientes aparecen con infinitas geometrías numerales; la forma de cada número depende de su propia evolución numeral; el verbo solar escoge los infinitos pedidos de reencarnación de las galaxias numerales; tal como escoge la de las moléculas; si una criatura humana presenciara esto, nada vería; porque su vibración de penetración es microscópica; la mente y la visión humana no penetran lo invisible; no saben el macrocosmo que exsiste dentro del microcosmo;
en la construcción de los platillos voladores, a mayor poder de verbo solar, más infinitamente microscópica é invisible, es la construcción de los platillos; los conglomerados de elementos que participan en llegar a ser una nave celestial, lo hacen sometiéndose a las microscópicas fibras mentales de los Padres Solares; lo amorosamente subordinado se somete con humildad al divino mandato del mayor; aquí no se trata de sometimiento de fuerza; aquí se vé que el divino poder concede una nueva y desconocida ciencia;
allí no es necesario conversar ni convencer; porque allí mirando se escoge; para que la criatura humana vea la construcción de un platillo volador, los Padres Solares tendrían que volverse también un polvito; en el macrocosmo llamado reino de los cielos, nada tiene límites; y el propio límite encuentra a la vez, su propio límite y dimensión; más allí lo transformable se hace a la velocidad del rayo; si una criatura humana en su propio desarrollo, necesita de cierto tiempo, allí no lo necesita; lo lento en crecer se hace instantáneo; y lo instantáneo se vuelve lento; la pausa se vuelve ruido atronador; y el ruido del trueno se vuelve pausa;
el desarrollo de una molécula con su límite de microbio, se vuelve colosal planeta-molécula, en todos los grados de tamaño imaginables; cuando los Padres Solares construyen un platillo volador, ellos fijan la dimensión correspondiente; y en el momento de hacerlo, lo hacen pensando en enseñanzas infinitas para el universo que los observa; ellos saben que nada oculto exsiste en el reino de los cielos; y que ellos nada deben ocultar; y saben que el que tan sólo cae en una molécula de ocultismo, el tal no vuelve a entrar al reino de los cielos; saben que toda molécula y todo lo microscópico, habla y se expresa al Eterno, en su respectiva ley;
durante el divino proceso de materializar un hecho, los Padres Solares están en todo instante, en eterno contacto con el Divino Padre Jehová; aunque la mayor de las veces el Divino Padre Jehová no se deja ver, ellos saben que siempre los observa; ya sea transformado en elemento mismo, ya sea observándolos en alguna pantalla de televisión solar de algún mundo, ó sol ó platillo volador; los divinos medios de que dispone el Eterno no tiene límites; la divina aparición del Padre Jehová, siempre ocurre en forma inesperada é instantánea; a todos llena de una sorpresa y alegría inaudita;
el número viviente como todo lo que exsiste, exsistió y exsistirá, conversa con el todo sobre el todo del universo expansivo pensante; esta infinita conversación ocurre en infinitas formas; una de ellas es por las pantallas de televisión solar, que poseen todos los planetas y soles, que no están en leyes de prueba; toda morada planetaria ó solar, que no pidió en determinado instante de su tiempo de desarrollo, prueba de vida, se comunica en todo instante con lo que ocurre en el resto del universo; de conocidas y desconocidas galaxias, llegan noticias; y presencian construcciones de platillos voladores por siempre jamás;
la televisión solar fue dada a conocer al mundo de la prueba de la Tierra, como el libro de la vida; porque en la televisión universal, se ven formas y escenas de otra vidas; durante la construcción de los platillos voladores, infinitos familiares de los números vivientes y de las moléculas, los despiden por divina telepatía universal; y los observan en maravillosas televisiones solares; esta televisión al igual que la creación, no tiene límite conocido; exsiste en el macrocosmo y en el microcosmo; la conocen los colosales soles como las conocen los soles microbios; es ciertamente una de las infinitas maravillas del Eterno;

Divino Padre Jehová, ¿Qué diferencia exsiste entre la televisión de la Tierra y la televisión solar?
La diferencia es infinita Hijo; la televisión de la Tierra, es producto de ciertos elementos de la Tierra; y de verdad te digo Hijo, que nada de esta televisión quedará; en el milenio de paz que viene al mundo, el Hijo Primogénito en su divina gloria y majestad, creará la televisión solar en la Tierra; la televisión que no tiene fin y que nada costará; con la televisión solar casi no es necesario salir del planeta, para conocer otros mundos; el mundo de la prueba de vida, estará fascinado observando, lo que jamás imaginó ver;
y te diré Hijo, que es más fácil que envejezca y desaparezca la Tierra, y no la televisión solar; lo salido de Dios es eterno; lo salido de sus hijos es efímero; los soles Alfa y Omega al crear la Tierra, pidieron al Divino Padre Jehová, crear un mundo con límites físicos; lo único que eran eternos, eran los espíritus pensantes, que pidieron conocer la vida humana; y la pidieron como prueba porque nada sabían de tal forma de vida; es lo que quise decir Hijo, cuando dije al mundo de la prueba: LA TIERRA PASARÁ, MAS, MIS PALABRAS NO PASARÁN; lo último significaba que nueva doctrina planetaria daría al mundo de la prueba; que corresponde al mismo divino juicio final;
continuemos Hijo con la construcción de los platillos voladores;
Hágase tu divina voluntad, Divino Padre Jehová;
Los números vivientes al reencarnar a platillo volador, lo hacen conservando sus libres albedríos de números; es así que entre ellos hacen divinas alianzas de convivencia en la galaxia llamada platillo volador; así nacen las familias; otros deciden principiar solos; en los números vivientes se cumplen las mismas leyes, que a los hombres les fueron dadas; es decir, vivir en lo que pidieron conocer, con la más alta o elevada moral, que la mente humana pueda imaginar;
los números vivientes piden también divinos evangelios numerales; tal como lo pidió el género humano; porque nadie es desheredado; todos piden al Divino Padre Jehová, conocer en sus respectivas leyes de vida, la igualdad; la ley común en el diario vivir en el reino de los cielos; ni los números vivientes, piden lo desigual, porque saben que quien se deje influenciar por lo desigual, en los lejanos planetas de prueba, no vuelven a entrar al reino de los cielos; en los números vivientes que piden experiencia galáctica en los platillos voladores, hubieron muchos que fueron criaturas humanas y animales, en otros planetas tierras;
esto ocurrió cuando en virtud de sus libres albedríos espirituales, decidieron conocer el mundo de la carne, porque lo desconocían; y pidiendo ser criaturas de carne, pidieron también conocer la sensación de lo numérico; porque también lo desconocían como sensación; muchas criaturas humanas de las que actualmente están en la Tierra fueron números vivientes en los platillos voladores; es por esta ley del pasado espiritual, es que muchos se emocionan con solo escuchar, las historias de apariciones de platillos voladores sobre la Tierra; es un recuerdo, de que ellos fueron como ellos; es por esto es que fué escrito: LO DE ARRIBA ES IGUAL A LO DE ABAJO;
muchos de los de la Tierra fueron como los de los platillos voladores y como lo de los otros mundos; el libre albedrío es infinito en sus propios deseos, cuando se decide conocer lo que no conoce; una vez conocido lo que no conocía, pide volver a conocer; la pluralidad de ser infinita forma de criatura, se debe a que nada es imposible para Dios; el Divino Creador ofrece a sus hijos, cuantas vidas deseen; sólo que no hay que violar sus divinas leyes, ni en una molécula; porque es infinitamente justo; las criaturas humanas el año 2001, verán la televisión solar; y en ella verán sus pasadas reencarnaciones; ellas mismas se reconocerán;
la conciencia y la intuición estallan cuando se reconocen en lo que fueron; y te diré Hijo, que los que negaron el nacer de nuevo, se llenarán de la más grande de las vergüenzas de sus vidas; porque negaron durante la prueba de la vida, lo que no conocían; los que se mofaron de la ley de la reencarnación, desearán morir ante la infinita vergüenza que de ellos se apoderará; el número viviente al crear familia en su propia reencarnación, expande su herencia numeral; se multiplica por voluntad propia; las familias numerales y las familias de las moléculas, son de gloriosa y eterna alianza en el universo viviente del Divino Padre Jehová;
se podría decir que no hay planeta del cosmos, que no conozca esta infinita alianza; todos recurren a ellos, para conocer tal ó cual forma de vida; el número viviente es de fuego-lineal en su divina geometría original; es decir que no teniendo la línea solar límite alguno, el número viviente es una microscópica parte de ella; la herencia originaria en su pasado, lo inicia una pareja de soles; y ellos a la vez, de otra pareja de soles; cada espíritu determina su propia línea solar, en virtud de su libre albedrío espiritual, al volver a escoger de nuevo, vida nueva; sin tomar en cuenta, las otras líneas solares, que también en virtud de sus libres albedríos, determinaron sus propios destinos;
cuando el espíritu pensante viola las leyes que él mismo pidió en el reino de los cielos, el espíritu desvirtúa a su propio lugar de origen; y no es recibido en tal lugar; los números vivientes, las moléculas, las virtudes, las sensaciones, las ideas que generó durante la prueba de la vida, se quejan contra él; y piden divino juicio a Dios; es el juicio al todo sobre el todo; es el mismo divino juicio que pidió la Tierra; el todo sobre el todo de sí mismo, fue expresado por las palabras que dicen: Y HABRÁ UN DIVINO JUICIO, POR SOBRE TODAS LAS COSAS; por sobre todas las cosas, es el todo sobre el todo; el número viviente también participa en el divino juicio final; como también participan los elementos de toda la naturaleza;
el todo sobre el todo, sobrepasa en grado infinito, el propio conocimiento humano; es por ello que nada imaginable queda al azar en el divino juicio de Dios; en la construcción de todo platillo volador, cualesquiera que sea su jerarquía de platillo, el número viviente y la molécula son siempre el Alfa y la Omega, de sus propias exsistencias galácticas; el número viviente participa en todo suceso que ocurre en estas naves solares; ellos los números, son los más sabios del todo sobre el todo, de un platillo volador; porque no hay quien no tenga necesidad de ellos; el número viviente está en toda inteligencia de toda criatura del universo;
porque por divino cálculo se creo toda inteligencia y todo planeta; el número viviente estando en todo lo imaginable, está también en los cálculos de los hechos mentales, de toda criatura humana; de todo el que generó ideas, instante por instante; y no habrá quien no recurra a sus números vivientes, cuando cada cual determine calcular su propio puntaje celestial, ganado en la prueba de la vida; el todo sobre el todo, se juzja por segundo-molécula; se juzja por el número de ideas que se pensó dentro de un segundo y menos de un segundo; la acción mental de cada uno se mide en el divino juicio de Dios, por segundo;
y la acción sobre la materia se mide en el divino juicio final por molécula; esta divina ley tiene un todo sobre el todo igualitario, con el todo sobre el todo, de la construcción de los platillos voladores, que se han acercado al planeta Tierra; así como un número viviente se unió a una molécula para conocer la experiencia de platillo volador, así también el número viviente que se unió a la mente humana, lo hizo por molécula de carne del todo sobre el todo de sí mismo; lo de arriba es igual a lo de abajo;
el número viviente de los platillos voladores, posee mayor jerarquía de poder, que el número viviente de la Tierra; es por ello que el número de arriba juzja al de abajo; uno venido del macrocosmo juzja a uno del microcosmo; el que sea mayor en jerarquía numeral, significa que tal número galáctico, a vivido más, conoce más, sabe más, posee mayor verbo creador y posee mayor poder de transformación en otros, como lo demanda su propio poder galáctico; la subordinación y el poder de transformar a otros, marchan paralelos a la línea solar, cuando el espíritu a pedido un divino juicio final, a su propio sistema de vida planetario, elegido por su propio libre albedrío;
el mundo de la vida de prueba, al no incluir la igualdad en sus propias leyes, desequilibró a su propio número viviente; como igualmente desequilibró a sus 318 virtudes de su propio pensar, y a todas las moléculas de carne de sus propios cuerpos; el todo sobre el todo de sí mismo, fué desequilibrado; y todo ser pensante que se desequilibra por violación a la ley de Dios, termina en los divinos juicios finales, con psicología de llorar y crujir de dientes; si el mundo de la prueba no se hubiese desequilibrado, sus criaturas tendrían psicología de serenidad para enfrentar un divino juicio, que ellos mismos pidieron en el reino de los cielos;
los números vivientes subordinados amorosamente al Hijo de Dios, tratarían de igual a igual, a los hijos de este mundo, si estos hijos, hubiesen incluido a la igualdad en sus leyes de sistema de vida; la prueba de la vida consistía en hacer del planeta que no se conocía, un microscópico reino de los cielos; en la prueba de la vida había que imitar a la divina igualdad del reino de los cielos; porque imitando en lejanos planetas, a lo del Reino, es más fácil volver a entrar al reino; la advertencia suprema para este mundo de prueba, era de que satanás dividía para reinar;
y el extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, se valió de la extraña división, para poder reinar; y en la prueba de la vida, no había que dormirse para no dejarse sorprender por satanás; es por ello es que fué escrito: TODO ESPÍRITU DUERME; a satanás que había tomado la forma de sistema de vida, no había que perdonarle ni una molécula de influencia de extraña división; porque basta conocer en sí mismo, a la extraña influencia de la división, y el espíritu no entra al reino de los cielos; porque el todo sobre el todo de sí mismo, se queja a Dios, de que fué influenciado, por algo que no pidió en el reino de los cielos;
y entre los infinitos acusadores, están los números vivientes y las moléculas; y sucede que como a todos se les dió un libre albedrío, en sus respectivas leyes, es que un número viviente posee un libre albedrío, diferente de otro número viviente; y el de una molécula diferente a la de otra molécula; y teniendo el todo sobre el todo, un libre albedrío, es que trillones de ellos perdonan y trillones no perdonan; cuando se perdona, el Divino Padre Jehová también perdona; porque se mandó perdonar; es más fácil que sea perdonado en el divino juicio, uno que a otro perdonó en la prueba de la vida; a que sea perdonado uno que a nadie perdonó;
el número viviente está también en los elementos de la naturaleza; y estando en los elementos, el número viviente participa en todos los acontecimientos del divino juicio; en los grandes y en los pequeños; el número viviente participa en la resurrección de toda carne; y los que no creyeron en él como tal, no serán resucitados; porque para poder recibir un divino premio, había que creer y tener fé en el premio; el número viviente como todos los elementos vivientes de Dios, leerán toda mente en el instante de la resurrección de toda carne; para que la criatura humana no cayese en una extraña incredulidad, es que todos debieron haber creído y profundizado, durante la prueba de la vida, el divino término: DIOS ES INFINITO;
infinito significa que todo lo imaginable lo puede hacer realidad; el número viviente al leer la mente, leerá que tal o cual espíritu de la prueba de la vida, empequeñeció a Dios; que es su mismo Dios; y no querrá prestar su divino concurso para eternizar a un negador del Eterno; esta divina ley de justicia, hará llorar a millones y millones de seres que no creyeron ni se preocuparon en creer, durante la prueba de la vida; bastaba creer en su propia eternidad, para recibir eternidad; el número viviente y todos los elementos de la naturaleza, conversarán telepáticamente con el Hijo Primogénito, tal como ocurrió en el pasado;
del cuerpo del Hijo de Dios, saldrán infinitos y microscópicos cordones solares, cuyos extremos estarán unidos a cada una de las moléculas de los elementos de la Tierra; y en medio de ellos, los números vivientes; esta ley se hace en medio de brillos solares; la atmósfera hace de puente comunicante, en lo que a físico se refiere; en lo que está al alcance de los ojos; el número viviente está en cada molécula de cada elemento; la resurrección de la carne es una divina ley que en infinitos mundos se cumple; é infinitos la tienen anunciada en sus divinos evangelios planetarios; el número viviente actúa en psicología de equilibrio numeral;
y se armoniza con todos los conceptos de cálculos que todas las mentes poseen en sí mismos; la resurrección de toda carne, es un divino proceso en que el todo sobre el todo de cada uno, queda preparado para amoldarse, para ir a cualquier punto del universo; es la carne eterna de todo bienaventurado; el número viviente de la actual carne humana, es un número de prueba; tal como lo es el espíritu; las pruebas se piden y los premios de resurrección de sí mismo, se conceden; el número viviente enlaza a cada molécula de carne eternizada, por el divino verbo solar, con el infinito; los niños-genios del nuevo mundo, no necesitarán trajes espaciales, para viajar a otros planetas;
salvo cuando ellos se impongan pruebas voluntarias, para ganar puntaje celestial; esto se llama en el reino de los cielos, aumentar la divina añadidura del Divino Padre; en todo disfrute de toda gloria, siempre se piden pruebas espirituales; el vencer dificultades de cualquier orden, constituye prueba; el número viviente estando en todo lo creado, está también en todas las pruebas que piden las criaturas del universo; es el Alfa y la Omega de todo lo pensado y de todo lo creado; el número viviente que cada cual pide en sí mismo, hace destino común con el espíritu; esto significa que según la moral vivida por todo espíritu pensante, así es el grado de felicidad que siente el todo sobre el todo numeral;
lo que hacen los espíritus en sus respectivas jerarquías de lo que son, repercute molécula por molécula en su todo viviente; la moral es una forma de magnetismo, que debió haberse creado de sí mismo, en la prueba de la vida; era la propia criatura, la que se magnetizaba, con su propio magnetismo llamado moral; para poder lograr la más elevada moral, que la mente pueda imaginar, había que saturarse de la divina psicología del divino evangelio del Padre Jehová, y de sus divinos mandamientos; los divinos mandamientos representaban para los que pidieron la prueba de la vida, la diaria moral de sus exsistencias;
instante por instante, idea por idea, molécula por molécula, segundo por segundo; y en cada uno de los microscópicos, está el número viviente; como lo de arriba es igual a lo de abajo, los tripulantes solares de los platillos voladores, tienen que cumplir también, divinos evangelios ó sagradas escrituras, correspondientes a sus jerarquías solares; tal como los espíritus de la Tierra, lo hacen en su jerarquía humana; el número viviente teniendo causa infinita, tal como la tiene el espíritu humano, se manifiesta también en infinitas jerarquías vivientes; exsisten números vivientes en jerarquías del macrocosmo y en jerarquías del microcosmo;
el número viviente hace divinas alianzas de vida, tanto con los microbios como con lo gigantesco del universo; el número viviente irradia en las moléculas y en las virtudes, un magnetismo mental, en que en sus leyes vivientes, reconoce a su Padre Solar; es la ley de atracción entre lo que se fué y de lo que se será; esta sensación es un divino pedido de reencuentro entre Padre Solar é hijos; esto dá lugar en el mundo de prueba y en el instante dado, a que se conozca la divina ley del universo viviente de Dios; y es el principio de la más grande revolución en el respectivo planeta;
y según la psicología pensante que vivió y conoció la criatura durante su prueba de vida, así es también su reaccionar ante la nueva ley; en la Tierra planeta de prueba, la reacción mental de sus criaturas será del llorar y crujir de dientes; esto se llama en el reino de los cielos, juicio mental según su propio pensar; la extraña psicología humana, no profundizó el concepto, de que Dios todo lo podía; la psicología humana hizo del infinito una psicología muda y contemplativa; su primitivismo no le dió para una ciencia, que debió haber vinculado su propio sistema de vida, con el infinito mismo; la criatura humana se dividió y se desvirtuó en un microscópico presente;
y se ganó un destino que será llamado por las criaturas del futuro: el ocaso de un extraño mundo; mundo de prueba que hasta en sus últimos tiempos a su caída, dudó de la Divina Revelación enviada por el Divino Padre Jehová, y que ellos mismos pidieron en el reino de los cielos; un extraño mundo que su propia caída se la dió así mismo, instante por instante; porque instante por instante, fué entretenido por una extraña ilusión, a la posesión pasajera; el número viviente también fué ilusionado y dividido, por el espíritu al cual se unió momentáneamente por un instante llamado vida;
esta extraña ilusión y división se paga en el divino juicio final, de la siguiente manera: Tres cuartas partes del divino juicio recae sobre los creadores y sostenedores, del extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro; y un cuarto del divino juicio, recae en los pecadores, a los cuales se les obligó a vivir, un extraño sistema de vida, que no pidieron a Dios en el reino de los cielos; porque nada injusto se pide a Dios; en el reino de los cielos, se le llama extraño, a lo que no está escrito en el reino; y el llamado capitalismo, es lo que no está escrito; porque nadie lo pidió;
el número viviente al reencarnar ya sea en las construcciones de los platillos voladores, ya sea en los planetas o soles, ya sea en criaturas, lo hace pidiendo la igualdad numérica; tal como los espíritus humanos pidieron la igualdad espiritual; nadie pide a Dios lo desigual, porque es cosa sabida, que tal pedido es una extraña injusticia, que no tiene sentido en la infinita ley de amor, del Divino Padre Jehová; el número viviente en su libre albedrío de número, se queja y se expresa delante de Dios, de que fué influenciado por algo desconocido, que él como número viviente, no pidió;
la prueba de la vida consistía en conservar la misma inocencia conque se había salido del reino de los cielos; y el número viviente en medio de un llorar, pide y reclama a su inocencia original; he aquí el drama que se causó en la prueba de la vida, a trillones de moléculas de carne y de ideas; todas reclaman y piden justicia contra los culpables de sus dramas; porque sin la inocencia original dada en el reino de los cielos, no se vuelve a entrar en el reino; esta ley fué anunciada al mundo de la prueba, en la divina parábola que dice: Y HABRÁ LLORAR Y CRUJIR DE DIENTES; el número viviente en el divino juicio final, también pedirá que los que lo dividieron, en su concepto que de Dios tenía, sean también divididos y confundidos, en este mundo y en otros mundos;
porque cada vez que todo espíritu, pide volver a nacer de nuevo, para conocer vida nueva, lo hace teniendo en cuenta, sus juicios anteriores que corresponden a otras existencias, que cumplió en otros pedidos de vida; la deuda de todo espíritu como el premio ganado, no tienen límite, porque habiendo salido de Dios, se le enseñó que lo de Dios era infinito; y siendo infinita su causa, no exsiste el límite en ninguna forma imaginable; ni en las leyes de las tinieblas ni en las leyes de la luz; el número viviente también se comporta en forma infinita; porque el infinito del cual forma parte, lo creó un mismo Dios nomás;
el número viviente al tener ley infinita, se va expandiendo jerárquicamente, tal como se expande el universo expansivo pensante; la expansión de lo microscópico se hace igual como ocurre con lo gigantesco; lo de arriba es igual a lo de abajo; lo de afuera cumple la misma ley que lo de adentro; el todo sobre el todo se expande partiendo de sí mismo y sucediéndose en lo variable infinito; en que las microscópicas características del desarrollo de lo variable, se van expandiendo y constituyéndose en universos que jamás tendrán límite;
y sucede que cada uno en sí mismo, se constituye en el movimiento eterno; lo eterno de sí mismo, va dejando por herencia y por creación expansiva, nuevos cielos eternos; todo lo que se será, se es, y se fué, absolutamente todo salió de sí mismo; lo que se es constituye la más perfecta de las medidas, de la divina justicia de Dios; cada reencarnación o nacer de nuevo, es un nuevo punto de partida que dará lugar a otros infinitos puntos de partida; los puntos de partida en la criatura humana, corresponden en número, al mismo número de moléculas de carne, que posee cada cuerpo humano; cada reencarnación es un nuevo punto de partida;
es una nueva imagen de Dios; a imagen y semejanza de Dios; cada criatura del universo lo es; porque todos salieron de un mismo Dios nomás; el número viviente también es a imagen y semejanza de Dios; el todo sobre el todo lo es; porque nadie es desheredado, habiendo salido de un mismo Dios nomás; el número viviente al reencarnar en platillos voladores, lo hace pensando en libre albedrío; la unión lo sitúa en mundos nuevos, en que en todo momento estará recibiendo, órdenes de muchos Padres Solares;
el número viviente como la molécula viviente, se unieron a un verbo solar, cuya morada será instante por instante, un platillo volador; tal como los seres humanos se unieron a un planeta Tierra, para conocer el verbo de la carne; es por esto es que fué escrito: EL VERBO SE HIZO CARNE; lo que se hace sale de sí mismo y se vuelve pedido hecho a Dios; el número viviente al participar en todos los sucesos de una vida, lo hace como juez de suceso; siente, vé y se expande; y en todos los instantes en que el espíritu humano genera ideas, el número viviente las penetra como quien se sumerge en un océano; este océano está constituido por todos los magnetismos de las sensaciones, que el espíritu pidió conocer en la prueba de la vida;
el comportamiento del número viviente, es igual al comportamiento del espíritu, en la dimensión humana; lo que sucede en el interior de sí mismo, es una réplica de lo que sucede en el exterior; el número viviente de un platillo volador, también es influenciado por lo que hacen y piensan los Padres Solares; esto significa que también los Padres Solares, están expuestos a los divinos juicios de Dios; un juicio solar no es lo mismo que un juicio humano; porque el poder del verbo no tiene la misma ciencia; el número viviente actúa por ley magnética y por jerarquía; dentro de un todo sobre el todo, exsisten infinitas jerarquías de todo;
microscópicas dimensiones dentro de lo microscópico; esto explica el concepto que tiene cada uno, de las diferentes medidas y capacidades mentales; lo mental se expresa por jerarquías de entendimiento; y este entendimiento va variando en las medidas conque ocurren los sucesos, instante por instante; el número viviente como todas las virtudes del pensar, no se deja ver; sino, que se deja sentir; en los platillos voladores se cumplen otros tiempos en los instantes, en que ocurren los sucesos; la mente solar posee mayor número de dimensiones, porque su ciencia es mayor; y siendo mayor, tiene mayor poder en dimensiones de mundos que visitan;
ningún Padre Solar lo abarca todo; sólo el Divino Padre Jehová lo abarca todo; más, la potestad de los Primogénitos Solares, es la que sigue después del Padre Jehová; las infinitas jerarquías del universo que no tienen fin, saben esta ley cósmica; el número viviente está también en poder primogénito, en su respectiva filosofía numeral; el todo sobre el todo está representado en todas las infinitas jerarquías del universo; porque nadie es desheredado en la creación de Dios; el número viviente participa en los platillos voladores, de todo acontecimiento que ocurre dentro y fuera de la nave;
ellos los números son consultados, como es consultado el todo sobre el todo; en los platillos voladores se ven leyes que maravillan; dentro de sus naves se escriben los divinos juicios y destinos de infinitos planetas; allí se tiene una divina y eterna comunicación con el reino de los cielos; lo que se hace en el reino de los cielos, también se hace en los platillos voladores; el número viviente participa en todo lo que ha de suceder en los futuros acontecimientos, de un planeta, sol, ó cualquiera otra infinita creación; en los platillos voladores todos tienen obligaciones en sus propias jerarquías;
el Alfa y la Omega de sus divinas filosofías, abarca sensaciones de lo conocido y lo desconocido; en que se van descubriendo desconocidas leyes; el viajar por un universo sin límites, es encontrar experiencias también sin límites; lo desconocido para ellos, constituye la suprema felicidad; porque todos tratan de expandir en los mundos desconocidos, las enseñanzas y ciencias que vivieron en sus respectivos reinos de los cielos; lograr transformar a un mundo que violó la divina ley de Dios, es para ellos la suprema felicidad; y poner tal mundo, a los divinos pies del Eterno;
lo último es término inmortal que se escucha en todo el infinito universo; esta ley corresponde a los que visitan a los mundos de las tinieblas y de la luz; ocurre que muchos mundos de la luz, caen en tinieblas porque no saben o no quieren vencer sus complejos de soberbia; lo último es el caso de la Tierra, planeta de prueba de vida; sus criaturas que pidieron conocer una forma de vida, para poder desprenderse de su primitivismo, no quieren desprenderse del extraño complejo, de usar la fuerza para la convivencia diaria; dispusieron para ello, de muchos siglos, y aún no cambian; el divino juicio final los sorprende, sin que aún se hayan despojado de tan extraño complejo;
este extraño complejo que se prometió a Dios, vencerlo en la prueba de la vida, es lo que llenará de ira divina, al Hijo Primogénito Solar Cristo; porque el uso de la fuerza en la prueba de la vida, nadie lo pidió al Padre Jehová; los números vivientes actúan en todo enojo de la divina majestad solar, y el enojo numeral provoca cataclismos planetarios; los océanos del planeta se desbordarán cuando el Hijo de Dios se llene de ira, al ver los extraños cuarteles militares, en donde se le enseñaba a los hijos de Dios, a matar; los números vivientes que todo lo equilibran, cuando sienten el enojo de su Padre Solar, obedecen al enojo del Padre;
son simultáneos é instantáneos al divino carácter de un Primogénito Solar; los números vivientes serán comprendidos por el mundo de la prueba, con lágrimas y alegrías; porque los números vivientes también participan en todo premio ganado por la luz; es por esta ley es que fué escrito: POR MI CAUSA LLORAREIS Y POR MI CAUSA OS REGOCIJAREIS; era la causa que provocaría la intervención del Hijo Primogénito, con sus leyes solares, en su futura reencarnación de juez del divino juicio final; el número viviente de los platillos voladores, se unen a los números vivientes del todo sobre el todo, de un Padre Solar;
su inmenso poder no tiene igual; toda la naturaleza queda subordinada amorosamente, a los divinos mandatos del Padre Primogénito Solar; la intervención de los platillos voladores en el divino juicio final, fué anunciada en el evangelio del Padre Jehová; escrito fué: SEÑALES EN LOS CIELOS; todo el mundo de la prueba de la vida, estarán observando el espacio, como jamás fué observado nunca; porque por sus propios ojos, verán flotas infinitas de platillos voladores, de las más variadas jerarquías galácticas; el número viviente está infinitamente enlazado a todas las moléculas de la naturaleza, por infinitos cordones solares; formando un todo sobre el todo, en todo;
lo emocional en los seres pensantes, también está entrelazado y enlazado a las moléculas de la atmósfera y éstas, a las moléculas de los elementos de la naturaleza; en el divino juicio final, en la era del llorar y crujir de dientes, todo molecularmente hablando, estallará en un sentimentalismo como jamás se vió ni se verá en esta Tierra; el número viviente al desequilibrarse por causa de las violaciones del mundo de la prueba, clama en forma instantánea, su injusticia; y como su ley es penetrante y a la vez expansiva, llega a toda conciencia; y llegando a toda conciencia, ésta determina grandes cambios que en su conjunto se denomina revolución;
el arrepentimiento del mundo de la prueba, hace que surjan nuevas costumbres, que causan espanto a los que estaban acostumbrados, a enseñar costumbres inmorales; entre las últimas estaba la extraña costumbre de que los hijos del Padre se matarán; por causas desconocidas al reino de los cielos; la única causa conocida en el reino de Dios, era y es la de no matar ni mandar a matar ni matarse; el número viviente en su libre albedrío de número, pedirá al Hijo de Dios, que los que mandaban y enseñaban a otros como matar, los tales reciban igual muerte;
porque los números vivientes cumplen con todas las divinas parábolas y leyes divinas, que el mundo de la prueba pidió como prueba; uno de ellos dice: CON LA VARA CON QUE MEDISTES A OTRO, ASI SERÁS MEDIDO; que quiere decir: sensación que a otros deseastes, se recibe en sí mismo; sensación por sensación; esto hace que los llamados ricos, surgidos durante el extraño mundo salido de las extrañas leyes del oro, queden en la más grande pobreza, que mente alguna pueda imaginar;
es una de las verdades del llorar y crujir de dientes; los que durante el desarrollo de sus propias vidas de prueba, hicieron caso al divino evangelio de Dios, bien podrían no quedar en la miseria; porque el número viviente en la ilustración hacia lo de Dios, los defendería en el divino juicio final; letra por letra, ellos serán defendidos; y esta defensa sería la mayor tabla de salvación para toda criatura pensante; porque el número viviente encuentra en su reencarnación en el divino evangelio de Dios, su más elevada jerarquía; porque lo de Dios no tiene límites; quien se aferra al divino sello de Dios, salvo es en sus yerros.-
Escribe: EL ALFA Y LA OMEGA


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EL SERVICIO ES UN IMPULSO INTRINSECO DEL ALMA, EXACTAMENTE COMO EL DESEO ES EL MOTOR DEL EGO " Arcangel Miguel...

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